El Edificio

En 1862 se creó la Diócesis vasca cuya capitalidad recayó en la ciudad de Vitoria. La sede se dispuso en la Colegiata de Santa María, ubicada en el casco histórico de la ciudad y que se elevó a la categoría de catedral. No obstante, enseguida se vio la necesidad de construir una nueva catedral ya que la vieja colegiata no cumplía los requisitos necesarios, sobre todo en cuanto a espacio y a estado de conservación.
Fotografía: La Catedral de Santa María a finales del siglo XIX. Autor: Anónimo / Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz.

En 1906, el Obispo Cadena y Eleta decidió convocar un concurso de proyectos para la nueva catedral y a él se presentaron arquitectos de toda España. La propuesta ganadora fue la de Javier de Luque y Julián Apraiz. El estilo que se impuso fue el neogótico, ya que se consideraba el más bello y espiritual.
Fotografía: Proyecto de Catedral para Vitoria, fachada principal. Archivo Histórico Diocesano de Vitoria.

La colocación de la primera piedra, el 4 de agosto de 1907, fue todo un acontecimiento al que asistió la familia Real, el Cardenal Legado del Papa Pío X y numerosas personalidades de la época.
Fotografía: Alfonso XIII llega a la colocación de la primera piedra. Autor: Enrique Guinea / Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz.

La primera fase de las obras discurrió con gran ritmo y celeridad, gracias al esfuerzo y buen hacer de decenas de obreros, artesanos y artistas llegados de toda España y también del extranjero. En el año 1909, se fundó la Escuela Práctica de Modelado y Talla para la formación artística de los trabajadores.
Fotografía: Taller de modelado y talla, 1908. Autor: Francisco Laporta.

La cripta se terminó de construir en el año 1911; en teoría, el espacio estaba destinado a ser panteón de obispos, pero nunca ha llegado a tener ese uso.
Fotografía: Cripta de la Catedral de María Inmaculada, hacia 1912. Autor: Enrique Guinea / Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz.

Para 1913 se había levantado el templo hasta una altura de 8 m y edificado y cubierto hasta la mitad de la girola. Sin embargo, los problemas de financiación y el hecho de que el obispo Cadena y Eleta fuera nombrado arzobispo de Burgos hicieron que la construcción languideciera. En 1914, el nuevo obispo de la Diócesis, Prudencio Melo y Alcalde, decide paralizar las obras.
Fotografía: Los primeros arquitectos directores, Apraiz y Luque, inspeccionando la obra en 1912. Autor: Enrique Guinea / Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz.

Durante más de treinta años, las obras estuvieron paradas y no fue hasta 1945 cuando el obispo Carmelo Ballester comenzó a estudiar su continuidad. En agosto de 1946 se reanudaron las mismas –con un proyecto más sencillo– y fueron dirigidas por Miguel Apraiz Barreiro, hijo de uno de los autores del proyecto inicial, y Antonio Camuñas Paredes.
Fotografía: Obreros trabajando en el andamio, hacia 1931. Autor: Ceferino Yanguas / Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz.

En la década de los sesenta, la sociedad alavesa se vio obligada a adaptar el proyecto a los nuevos tiempos. En esta fase, se emplearon técnicas más económicas como el hormigón armado y la piedra artificial. La decoración se redujo al máximo y muchas piezas quedaron sin esculpir.
Fotografía: Las obras de construcción de la Catedral, en 1961. Autor: José María Parra / Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz.

Tras distintos momentos constructivos y modificaciones del proyecto original, el 24 de septiembre de 1969 se consagra la nueva catedral de María Inmaculada, Madre de la Iglesia, tras la ceremonia de bendición del edificio del día 22 de septiembre por parte de Monseñor Francisco Peralta.
Fotografía: D. Francisco Peralta Ballabriga (22/09/1969). Archivo Histórico Diocesano de Vitoria.